Nuevo análisis del juego El Señor de los Anillos: Regreso a Moria

En la Cuarta Edad de la Tierra Media, Gimli une a los enanos para reclamar su reino perdido, las Dunas de Khazad, también conocidas como las Minas de.

En la Cuarta Edad de la Tierra Media, Gimli une a los enanos para reclamar su reino perdido, las Dunas de Khazad, también conocidas como las Minas de Moria.

El año en curso aún no ha sido favorable para los fans de J.R.R. Tolkien, ya que la aventura medio olvidada de Gollum fracasó en primavera, pero por suerte la bahía de San Francisco cuenta con un equipo de talento que ha trabajado en juegos como las series de Spiderman y Tony Hawk, así como en Dizzywood. Estos veteranos abordaron la creación de los derechos de El Señor de los Anillos con humildad, sin pensar en imponer la actitud cinematográfica perfeccionada a lo largo de los años. Free Range Games, fundada en 2009, sólo ha lanzado un puñado de juegos de RV, pero The Lord of the Rings: Return to Moria es sin duda su primera obra seria.

Y en tres años de desarrollo, han conseguido combinar con éxito la mecánica de un juego de supervivencia con este popular universo sin explotar. Obviamente, tenían en mente obras como Valheim y Deep Rock Galactic, inspiradas en la mecánica de supervivencia casi apoteósica del primero y las desafiantes pero divertidas oportunidades de minería del segundo. Y esta fusión se ha mezclado en una historia muy querida, con Moria guardando mil misterios para los enanos de barba roja, igual que Gandalf ahuyentó una vez al Balrog.

Fue el comienzo lo que provocó una sonrisa, cuando el enano favorito de todos, Gimli, vio que cincuenta años después de los acontecimientos del Anillo Único, había llegado el momento de regresar a su glorioso hogar en las minas de Moria, en las profundidades de las Montañas Brumosas. Hacía tiempo que Sauron había sido derrotado, Aragorn se había convertido en rey, y a los enanos sólo les quedaba cumplir esta importante tarea, seguir viviendo, enorgullecerse de sus antepasados y beber su cerveza. Por invitación de Gimli, los enanos se reúnen a las puertas de Moria, pero las enormes puertas de piedra no se abren, y el jugador tiene la suerte de encontrarse accidentalmente en los oscuros pasadizos.