Ha creado su propia consola Nintendo PlayStation. La singular consola casera funciona de un modo extraño
El youtuber James Channell ha decidido crear su propia consola Nintendo PlayStation. La estrambótica creación existe oficialmente, aunque a un precio endiabladamente alto.
Si no fuera por Nintendo, es posible que nunca hubiéramos tenido una PlayStation. La familia de videoconsolas que hoy bate récords de popularidad comenzó como una extraña colaboración entre dos titanes de la industria. Sony no tenía ningún interés en los videojuegos, y muchos "expertos" creían que los juegos en CD no tenían futuro (ya sabes, largos tiempos de carga y todo eso). Sin embargo, el ingeniero Ken Kutagari quería intentar lanzar una consola que cambiara el mundo del videojuego para siempre. Nintendo, curiosamente, decidió cooperar, y así fue como nunca tuvimos la Nintendo PlayStation, alimentada por CD-ROM y cartuchos de la SNES. La extraña creación nunca salió a la venta, y las compañías decidieron separarse. Las únicas copias disponibles alcanzaron sumas astronómicas en subasta.
Nintendo PlayStation por YouTuber
No es de extrañar que el YouTuber James Channell, queriendo una para su propio uso, se la construyera él mismo.Por supuesto, esta unidad casera no es exactamente una Nintendo PlayStation, pero probablemente sea lo más parecido a una leyenda que nunca vio la luz. Por cierto, compruébalo tú mismo.
Tiene un aspecto un tanto cómico, ya que el youtuber decidió actualizar el aspecto de la plataforma. En el original, había un lector de CD-ROM en la parte delantera y un cartucho en la parte superior. En el modelo James no hay cartucho, sólo un CD-ROM, ¡pero qué CD-ROM! Está colocado de tal forma que el disco que se inserta en él gira en el aire, provocando no sólo el ridículo, sino también una indisimulada admiración.
En la práctica, el dispositivo casero es una carcasa de SNES con un lector de juegos de PlayStation 2. El hardware funciona de verdad, ya que un YouTuber ha ejecutado en él el GTA original y un extraño juego llamado Pepsiman, lo que no hace sino acentuar la cursilería retro del conjunto.
Mark Otto